lunes, 2 de noviembre de 2020

domingo, 4 de octubre de 2020

Barro y arcilla


Mi abuelo Alejandro era un hombre de muy pocas palabras. No disfrutaba la conversación sin un propósito en particular, y despreciaba el uso metáforas, analogías o indirectas.

sábado, 3 de octubre de 2020

Entrevista y ansiedad

 -Amor, me avisó una compañera de la facu que en su laburo están buscando gente y mañana hacen entrevistas, ¿querés que le pida que te anote para tener una?

miércoles, 30 de septiembre de 2020

La publicidad

 -No, flaca, entendeme, yo quiero hacer una publicidad bien impactante, bien sexual.

-¿Qué tiene en mente, señor?

martes, 29 de septiembre de 2020

Mi verano en la costa

Ese verano lo pasé en uno de esos pueblos costeros de la provincia de Buenos Aires. Ya separado y lejos de mis pocos amigos, quise empezar de nuevo. Quién sabe, quizás en ese proceso hasta podría desligarme de mi familia. 

Estuve cinco días en una cabaña, y sólo fui a la playa una vez. La mayoría del tiempo lo pasé caminando en el pueblito y lamentándome por todo en mi cama. 

lunes, 14 de septiembre de 2020

Pietro y Lucrezia - Parte 2

Tras la partida de Lucrezia a Ancona, Pietro dedicó sus días a trabajar, y sus noches a emborracharse.

En una de esas noches de alcohol, se peleó con un tipo en el bar, y al rato llegó la policía. Para su sorpresa, el oficial que lo agarró era su hermano, aquel del que huyó cuando era niño.

jueves, 10 de septiembre de 2020

Pietro y Lucrezia - Parte 1

Mi bisabuelo Pietro tenía 3 años cuando llegó con su familia a Buenos Aires desde Bari. Cuando cumplió 5 murió su mamá, y a sus 7 años murió su papá.

Hasta los 13 vivió con su hermano mayor, pero tuvo que irse de la casa porque lo golpeaba mucho. Había días enteros en los que no podía levantarse de la cama por el dolor que sentía.

viernes, 4 de septiembre de 2020

Racing y la pasión

-¡Hola!
-Hola, querido.
-¿De verdad sólo tenés una hora?
-Sí, porque tengo que armar el bolso, mañana salgo de viaje.
-Ok, ¿vamos a este bar? Está re bueno -dijo, y señaló un local.
-No, porque hay poco tiempo y la verdad no escucho nada en esos barsuchos. Además, quizás ni haya lugar…
-Bueno, ¿vamos a ese café? No sé, decime qué querés, yo más que de bares no sé para ir a tomar algo -preguntó esta vez, apuntando hacia otro lugar.
-Dale, vamos ahí. Pidamos rápido un café los dos, así podemos hablar más.
-Qué decidida.
-¿Y por qué no?

viernes, 28 de agosto de 2020

Lecciones del Oriente

Fue durante una tarde del 2016, en algún lugar del Oriente. Un mar se había secado y un anciano vigilaba un puerto que ya no existía.

martes, 25 de agosto de 2020

Mala cara

-Hola gordo, ¡llegué!
-Hola.
-¿Cómo estás amor? -preguntó ella.
-Bien, ¿vos?
-¿Por qué tenés esa cara?
-¿Qué cara?
-Esa cara de mal humor, enojo, bronca, ¿qué pasa?
-Nada.

domingo, 16 de agosto de 2020

Los '90

La vida era eso, y estaba muy bien. Dentro de todo, había razones para despertarse y seguir. Bah, eso creíamos... ¿No sería mucha autoestima para tan poco éxito?

Mi prima decía que el éxito era levantarse cada día sin querer morirse. Sí, estaba muy deprimida. Y tan poco "éxito" tuvo, que nunca logró matarse. Lo más lejos que llegó fue a un lavado de estómago y, para empeorar las cosas, hubo muy poco rating para tanto show.

Una vez, cuando niños, llamamos por teléfono para hacer bromas. Estaba con mis compañeros del colegio, y arrancamos con la guía de las Páginas Amarillas. Cuando llamábamos a un Norberto, le decíamos "mamerto"; si era un Antonio, lo jodíamos con "retoño"; si atendía Martita, andá a comer la "galletita". No éramos muy buenos en eso, de malos teníamos lo mismo que de maduros. Éramos lo más verde de la ingenuidad.

jueves, 13 de agosto de 2020

La gente se va y no vuelve

Pongo la banda que le gusta y nos acostamos a dormir. La cama enorme, vos tan pequeña.

A través de la ventana cruzan las luces de los faroles, tan porteños como artificiales, contrastando violentamente con lo natural de nuestro abrazo. Mientras nos rodeamos, movés tu cabeza sobre mi pecho, y murmurás algunas palabras de amor. El colchón, de a ratos, parece flotar en la inmensidad, ganando altura con cada beso y caricia.

martes, 11 de agosto de 2020

Agenda o espontaneidad

-Bueno, entonces, si querés, podemos vernos todos los sábados, que ese día siempre lo tenemos libre los dos.
-Ok, si así te parece que es mejor...
-¿Qué pasa?
-No sé, todo esto es muy como una rutina de novios, qué sé yo.
-¿Y por qué te preocupa?
-Es que pensé que íbamos a tener una relación más... ¿Informal?
-No entiendo.

jueves, 6 de agosto de 2020

Citas y responsabilidades

Él llegó agitado, ella, usando un vestido azulado, lo saludó.

-¿Qué pasó? ¡Estás empapado! -preguntó al chico.
-Es que me agarró la lluvia y, obviamente, no traje paraguas. Corrí para llegar lo menos mojado posible -contestó el jovencito.
-Bueno, ¿querés que vayamos entrando?
-Esté medio muerto este lugar, ¿no? Qué lindo vestido tenés.
-No esperaba el piropito, ¡gracias! Sí, mejor que esté muerto, así podemos hablar.
-Adelante, entonces.

lunes, 3 de agosto de 2020

Un mundo agradable

Hace unos años tuve un bajón muy fuerte, y la chica con la que salía me pasó el link de una canción.

Una vez que terminé de escucharla, le agradecí muchísimo. La música y la letra eran esperanzadoras, y me habían dado ganas de levantarme del momento en el que estaba.
Al día siguiente, me vi con ella a la tarde y, mientras tomábamos un helado, le volví a dar las gracias por mostrarme ese tema, y le conté todas las cosas que me había hecho sentir.
La chica, sin dudar un segundo, levantó la ceja, y respondió: "¿Tanto por una canción?".

sábado, 1 de agosto de 2020

El último día de invierno

Fue el último día helado del invierno, y el tuyo también. Volviste a casa con la nariz roja y tus zapatos espolvoreados con algo que quería ser nieve, pero no llegaba a mugre. Apenas entraste me dijiste algo como "ponete a estudiar o a hacer la tarea, no te quiero ver al pedo". La escuela había terminado hacía un mes.

miércoles, 29 de julio de 2020

La piel en la yema

Algunos momentos ya se me van borrando de la cabeza. Te veo al costado de la cama bajo el foco de la luz tenue de tu habitación, leyendo un cuento o confesándome la agonía de tener que vivir con las más oscuras memorias. Pienso que te amo, y que no quiero que te vayas. Siento que podemos juntos, y que el mundo es nuestro.

domingo, 26 de julio de 2020

Aprendiendo sobre empatía o manipulación

-Lo único que te pido es que me digas la verdad. Sin filtros, con transparencia. Este es un espacio de confianza, ¿sí?
-Ok, está bien...
-Dale, decime, quiero saber.
-La realidad es que no quiero verte tan seguido.
-¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué pasó?
-No quiero, prefiero que sea más espaciado.
-Si ayer estábamos lo más bien, no lo puedo entender ¿Nos vimos toda la semana y ahora me venís con esto?

viernes, 24 de julio de 2020

Lecciones de mi abuelo

Siempre intento obtener lecciones de vida de la gente que conozco: amigos, jefes, ancianos que me hablan en la cola del banco, y a veces gente que me cruzo por ahí. Todos son válidos, ya que cualquiera de ellos puedo ser yo en el futuro lejano o cercano. Este ejercicio lo tomé gracias a una maestra, que nos mandó a hacer esta tarea para después comentarla en el aula.

martes, 21 de julio de 2020

En el avión

-Señoras y señores pasajeros, solicitamos su atención para recordar los procedimientos en caso de emergencia.

Sonó la voz por los parlantes, y enseguida dos azafatas se ubicaron en el pasillo, mostrando cómo utilizar la máscara de oxígeno. La gente comenzó a murmurar.
Una vez que terminaron de mostrar el procedimiento, las empleadas de la aerolínea se dirigieron a retomar su lugar, pero un pasajero puso su mano en el corredor para frenarlas.

jueves, 16 de julio de 2020

El local de ropa


-Señor, ¡hey, señor! -gritó una mujer, mientras subía por la escalera del subte.

El anciano se dio vuelta y la miró.

-¿Usted tiene planeado vivir para siempre? -preguntó ella, con mal modo.
-¿Cómo dice? -respondió, con la voz luchando por salir de su cuerpo.
-Que si tiene planeado vivir por siempre, ¿ahora me entiende? -replicó, levantando el tono.
-No, señora, ojalá, así vería a mis nietos crecer.
-¿Y entonces por qué carajo camina tan lento?
-Camino tan rápido como puedo.
-Si no puede caminar más rápido use el ascensor en lugar de la escalera, así no me demora.
-No hay ascensor en esta estación, señora -dijo el anciano, que continuaba ascendiendo hasta la superficie.
-Bueno, use la escalera mecánica entonces.
-No funciona, ¿no lo vio? Está cerrada.
-Entonces viaje en colectivo o, mejor, pague un Uber, ¿me va a decir que laburó toda su vida para que, a su edad, tenga que seguir usando el transporte público?

miércoles, 15 de julio de 2020

Cumpleaños en pareja

-¡Feliz cumple, mi amor!
-¡Ay, gracias!
-Te traje un regalo...
-Gracias, amor, ¿qué es?
-Mirá...
-A ver...

jueves, 2 de julio de 2020

Feliz año, mi amor

La chica salió del edificio, y encontró a su novio en la puerta. Él la saludó:

-¡Feliz año, mi amor!
-Feliz año -replicó ella, con sequedad.
-¿Vamos en taxi o en bondi a comer?
-No sé.
-¿Qué pasa? -preguntó, con gesto preocupado.
-Necesito preguntarte algo.
-Decime.
-Hace unos días me habló Romina, y me contó algo que me había parecido raro.
-Ajá…

jueves, 25 de junio de 2020

Cami, Fran y la pandemia

-Fran, Fran... -dijo ella en voz baja, mientras lo despertaba- Escuchame.
-¿Qué pasa? -preguntó él, somnoliento.
-Me voy a lo de mis viejos. Saqué el permiso ayer a la noche, me voy a quedar allá.
-¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué pasó? -contestó, alterado, y trató de recomponerse- No, pará, ¿cómo que te vas, Cami?
-Hace una semana que venimos hablándolo, Fran...
-Explicame, por favor, que no entiendo.
-Bueno, a ver: Necesito un poco de espacio para mí, te amo pero estar juntos todos los días y todo el tiempo no es lo que tenía en mente cuando decidimos convivir.
-¿Te molesta estar conmigo?

Mauricio y la cuarentena

-Alberto, si te invito una cerveza, ¿me dejás salir de mi casa?
-No, flaco.
-¿Y dos cervezas? Artesanales, traídas desde la Patagonia, pensalo...
-No.
-Pará.

sábado, 30 de mayo de 2020

Septiembre de 2001



Escrito por Tomás Bitocchi


Era septiembre del 2001. Seguramente fin de semana porque no había ido al colegio, y me la pasé jugando al jenga. Como era el único juego que tenía, el chiste de armar la torre y sacar piezas ya se me había agotado, así que terminaba usándolas para armar otras estructuras.

viernes, 29 de mayo de 2020

No hay espacio en el mundo

Hubo una Navidad en la que quería un regalo en especial: Un muñeco que tenía armas que se llamaba Max Steel. Cuando llegó el momento de abrir los regalos, en lugar de eso, me encontré con un robot hecho de plástico y muy frágil que había visto en el “Todo por $2” cuando fuimos a pasear el fin de semana anterior.

martes, 21 de abril de 2020

Mila & Bianca - Parte 22 (final)

Meses después, Bianca estaba en un departamento, supervisando a dos hombres que cargaban un sillón para ubicarlo allí dentro. Por la ventana ingresaba la luz del sol y ella se asomó para observar la vista. La gente se veía pequeña desde esa altura.

Al rato de estar ubicado su sillón, llegó su padre, Roberto. Los empleados ya se habían ido.

-¿No es re lindo el sillón, papi?
-Sí, es muy lindo, también la mesa que te trajeron. ¿Te falta algo más?

sábado, 28 de marzo de 2020

Mila & Bianca - Parte 21

Bianca despertó a la mañana siguiente en el sillón, cuando Alex, “el poeta del barrio”, le tocó el hombro.

-Te quedaste dormida en el sillón, ¡qué gracioso! Oh, a ver, ¿y esto? ¿qué tenés acá? ¿Te manchaste? -preguntó él, tocándole la remera que él mismo le había prestado.

Bianca miró la prenda con desconfianza, tras lo que fue a buscar al cuarto de Alex su ropa, y allí se sacó la remera mirándose al espejo. En eso, notó que tenía una mancha cerca de su zona genital. La sacó con su dedo, como despegándola de la piel. Luego se puso su ropa, y salió nuevamente a la sala.

miércoles, 11 de marzo de 2020

Mila & Bianca - Parte 20


Mila se despidió de Lucas con sequedad en la puerta, y salió caminando a paso ligero entre la noche. “¡Nos vemos mañana, hermosa!”, gritó él, mientras la miraba partir. Mila no respondió.

Cuando llegó a su casa, fue directamente al baño, se miró frente al espejo varios segundos, y comenzó a lavarse los dientes. Mila movía con fuerza el cepillo, pasándolo por los dientes y la lengua, hasta que comenzó a escupir. Escupió una y otra vez, alternando miradas frente al cristal que tenía enfrente, y cada tanto observaba cómo el dentífrico mezclado con sangre quedaba pegado en el lavamanos.

jueves, 27 de febrero de 2020

Mila & Bianca - Parte 19

-Hola Bian, ¿cómo estás? ¿Podemos vernos hoy? Me quedé re mal con lo de ayer, me gustaría que charláramos un poco, puedo ir a tu casa si querés -escribió Ezequiel.
-No puedo hoy -contestó Bianca, todavía conmocionada por su conversación con Mila.
-¿Puedo llamarte en algún momento?
-Podemos hablar por acá.
-Es que, no sé, no quiero que se malinterprete nada.
-¿Qué pasa?
-¿No sentís que ayer quedaron medio mal las cosas? -preguntó él.
-Sí, por eso creo que podríamos hablarlo por acá.
-¿No creés que sería mejor que pudiéramos escuchar nuestras voces y tonos al hablar de esto?
-Ayer usamos nuestras voces y tonos y, aun así, salió mal.

martes, 4 de febrero de 2020

Mila & Bianca - Parte 18

Mila fue a la casa de su madre al día siguiente de la pelea en el bar con Bianca. Su madre y su hermano fueron a visitar a la familia de la esposa de este último durante tres días, por lo que necesitaban a alguien que cuidara de Picho, el perro. Aprovechando la oportunidad, arregló para verse con Lucas.

Tras el largo viaje, la caminata por las calles terrosas y luego de esquivar a la jauría que vivía a metros de la casa, Mila llegó a la casa, sacó a pasear brevemente al animal, y más tarde fue al supermercado chino, donde estaba trabajando Lucas. En ese momento, vio que le había llegado un mensaje de Bianca. Lo leyó y reaccionó con mala cara, pero no respondió, y procedió a saludar a Lucas.

viernes, 24 de enero de 2020

Había una vez

A veces voy escuchando música mientras viajo, y me asalta algún recuerdo tuyo. Nunca son buenos, no puedo recordar nada bueno de nosotros. No sé si es mi mente cuidándome de querer volver a verte, o si realmente no quedó nada lindo para rememorar.

Pero algo cambió ayer, cuando iba en el bondi y empezó a sonar en la radio una de tus canciones favoritas, y de repente llegaron otros recuerdos, que tampoco eran buenos, pero me tocaron diferente.

Nos vi tomando un mate. Vos hacías un comentario sobre algún tema que te interesaba, y yo respondía con desdén. Tu rostro, lentamente, se iba llenando de tristeza, como quien se siente completamente solo en este mundo.

martes, 21 de enero de 2020

Mila & Bianca - Parte 17


Al día siguiente, Bianca se levantó y, luego de bañarse, se sentó a desayunar. Entonces llegó Graciela, su mamá, junto a un hombre rubio y algo bronceado.

-¡Hola! -dijo el sujeto, con efusividad.
-¡Hola papi! -contestó Bianca, algo sorprendida.
-¿Cómo estás? Volví antes, le dije a mamá que no te dijera así te sorprendía, mirá lo que te traje -explicó, mientras le mostraba un par de chocolates suizos- Compré varios porque no me acordaba cuál te gustaba más.
-Gracias papi, después como un poco, ¿cuánto tiempo te quedás?
-No sé, pero imagino que más o menos un mes, ¿cómo estás? ¿Cómo anda Darío?
-Ezequiel, ahora es Ezequiel, Roberto -corrigió Graciela, desde atrás.
-Ezequiel, perdón, me olvidé -corrigió el padre, con vergüenza.
-Todo bien -dijo Bianca, pero no continuó la conversación.
-Contale a papá cómo va la búsqueda de trabajo, hija -invitó Graciela.
-Horrible, todos los trabajos son una mierda -replicó Bianca, mirando con enojo a su madre.
-Tranquila, Bian, tomate el tiempo que necesites para buscar, no hay apuro -alivió Roberto, mirando primero a Graciela y luego a su hija.
-Pero papá, si vos vieras...
-¿No vas a hacer nada, entonces? -interrumpió la madre, con tono provocador.

martes, 7 de enero de 2020

Mila & Bianca - Parte 16



Luego de quedarse unos segundos congelada, Bianca regresó a la mesa luego de la huida de Mila, pasando de un gesto de tristeza a uno de furia. Al verla así, Ezequiel quiso hablarle, pero se vio interrumpido por el sujeto de la banda:

-Hey, Bianquita, ¿qué le pasó a tu amiga?

Bianca, todavía con el rostro lleno de rabia, no contestó.

-¿Te mordiste la lengua, Bianquita? Ja ja, ¡¿qué onda?! -insistió el tipo.
-Te agradezco la buena onda, pero no quiero hablar más, no estoy de humor en este momento -replicó Bianca.
-Ah, bueno, está bien... Igual, ¿no me pasás tu Whatsapp o Instagram? ¡Me caés re bien!

Bianca le pasó su perfil de Instagram con desdén, y luego le habló a Ezequiel, agobiada:

-Quiero ir a casa.