martes, 28 de junio de 2022

La muerte de los hijos nuestros

Llovía horriblemente pero mi papá decidió cavar igual. Le dijo a mi mamá que había que honrar a nuestros muertos, mientras salía con la pala en una mano y la escopeta hecha mierda en otra.

Horas después, entre los dos llevaron la bolsa donde estaba metido el cuerpo de mi hermano, y lo intentaron acomodar con la mayor suavidad posible. Mi mamá lloraba a los gritos, pero el ruido de la lluvia contra el techo amortiguaba su lamento. Abría la boca y se movía con desquicio.