viernes, 24 de enero de 2020

Había una vez

A veces voy escuchando música mientras viajo, y me asalta algún recuerdo tuyo. Nunca son buenos, no puedo recordar nada bueno de nosotros. No sé si es mi mente cuidándome de querer volver a verte, o si realmente no quedó nada lindo para rememorar.

Pero algo cambió ayer, cuando iba en el bondi y empezó a sonar en la radio una de tus canciones favoritas, y de repente llegaron otros recuerdos, que tampoco eran buenos, pero me tocaron diferente.

Nos vi tomando un mate. Vos hacías un comentario sobre algún tema que te interesaba, y yo respondía con desdén. Tu rostro, lentamente, se iba llenando de tristeza, como quien se siente completamente solo en este mundo.

martes, 21 de enero de 2020

Mila & Bianca - Parte 17


Al día siguiente, Bianca se levantó y, luego de bañarse, se sentó a desayunar. Entonces llegó Graciela, su mamá, junto a un hombre rubio y algo bronceado.

-¡Hola! -dijo el sujeto, con efusividad.
-¡Hola papi! -contestó Bianca, algo sorprendida.
-¿Cómo estás? Volví antes, le dije a mamá que no te dijera así te sorprendía, mirá lo que te traje -explicó, mientras le mostraba un par de chocolates suizos- Compré varios porque no me acordaba cuál te gustaba más.
-Gracias papi, después como un poco, ¿cuánto tiempo te quedás?
-No sé, pero imagino que más o menos un mes, ¿cómo estás? ¿Cómo anda Darío?
-Ezequiel, ahora es Ezequiel, Roberto -corrigió Graciela, desde atrás.
-Ezequiel, perdón, me olvidé -corrigió el padre, con vergüenza.
-Todo bien -dijo Bianca, pero no continuó la conversación.
-Contale a papá cómo va la búsqueda de trabajo, hija -invitó Graciela.
-Horrible, todos los trabajos son una mierda -replicó Bianca, mirando con enojo a su madre.
-Tranquila, Bian, tomate el tiempo que necesites para buscar, no hay apuro -alivió Roberto, mirando primero a Graciela y luego a su hija.
-Pero papá, si vos vieras...
-¿No vas a hacer nada, entonces? -interrumpió la madre, con tono provocador.

martes, 7 de enero de 2020

Mila & Bianca - Parte 16



Luego de quedarse unos segundos congelada, Bianca regresó a la mesa luego de la huida de Mila, pasando de un gesto de tristeza a uno de furia. Al verla así, Ezequiel quiso hablarle, pero se vio interrumpido por el sujeto de la banda:

-Hey, Bianquita, ¿qué le pasó a tu amiga?

Bianca, todavía con el rostro lleno de rabia, no contestó.

-¿Te mordiste la lengua, Bianquita? Ja ja, ¡¿qué onda?! -insistió el tipo.
-Te agradezco la buena onda, pero no quiero hablar más, no estoy de humor en este momento -replicó Bianca.
-Ah, bueno, está bien... Igual, ¿no me pasás tu Whatsapp o Instagram? ¡Me caés re bien!

Bianca le pasó su perfil de Instagram con desdén, y luego le habló a Ezequiel, agobiada:

-Quiero ir a casa.