viernes, 22 de abril de 2016

Ástrid - Parte 9

La carta de Ástrid



Fui caminando hasta la avenida, y tomé un taxi, mientras no podía dejar de pensar que ese beso había sido mi culpa. Fui yo la que aceptó ir a su cumpleaños, fui yo la que lo coqueteó, y fui yo la que no le corrió la cara. ¿Y ahora qué va a pasar? Si a mí nada de esto me importa, si en esta vida que llevo hace rato que no hay lugar para ingenuos del enamoramiento.

martes, 19 de abril de 2016

Ástrid - Parte 8

Una experiencia única


Ástrid llegó vestida de negro, calzando zapatillas azules. Su pelo negro brillaba a la luz de los faroles, y en su mano reposaba un cigarrillo. Abrí la puerta y me saludó:

Ástrid - Parte 7

Celebrando la supervivencia


Ástrid no me escribió la mañana siguiente.


Me levanté a las 8 para estar atento al celular, pero nunca sonó por algún mensaje de ella. En un momento pensé que quizás se había quedado dormida, así que tomé el celular para llamarla, pero desistí. No me hubiera traído buenos resultados hacerlo.

Ástrid - Parte 6

¡Mirá las preguntas que hacés!


Quedarme sin respuestas fue lo peor que pudo pasarme frente a Ástrid. Sentí que me pasó por arriba con sus palabras pero, independientemente de las formas, su argumento era muy sólido: ¿Por qué pasaría tiempo conmigo, si yo efectivamente no la entiendo?

Ástrid - Parte 4





Desprendiéndome de mí


Mi mamá me nombró Ástrid por su significado: “Belleza divina”. El nombre tiene raíces muy antiguas, según me contó, por lo que su origen no se sabe con claridad. A veces me gustaría ser como mi nombre, y olvidar de dónde vengo. Pero no puedo borrar mi historia.

Ástrid - Parte 5

¿Hacia dónde vas?


Conocí a un chico por Internet.

Ástrid - Parte 3







Entre la soledad y el perdón


Ástrid llegó justo a la hora que habíamos quedado. Estaba vestida completamente de negro: zapatillas, pantalón, y camisa. Todo del mismo color. La saludé:

-Hola. Parecés moza vestida así.
-Puede ser -dijo, sin prestar mucha atención- ¿Cómo estás?
-Bien, tenía muchas ganas de verte -contesté.
-Sí, me habías dicho ayer.

Ástrid - Parte 2







Sentir por un instante



“¿Cómo estás?”, fue lo primero que atiné a enviarle, tras dos días de no recibir respuesta a mi anterior mensaje. Recién una hora después, replicó un básico “Bien, ¿vos?”.
Ástrid siempre tardaba muchísimo en contestarme, y me enfermaba, porque yo sabía que ella no estaba haciendo nada importante. Después del trabajo no tenía ninguna otra responsabilidad, por lo que tendría que estar disponible para responderme con cierta velocidad.

Ástrid - Parte 1



Ástrid





Escrito por 
Tomás Bitocchi







¿Quién es Ástrid?


Conocí a una chica por Internet.
Vive sola en un monoambiente en Capital, trabaja 8-9 horas por día, fuma menos de un atado por día y se toca el pelo con frecuencia. No sé si está teñida o si realmente su pelo es así de oscuro, pero me parece que le queda muy bonito. Su nombre es Ástrid.