sábado, 13 de julio de 2019

Mila & Bianca - Parte 1




Escrito por: Tomás Bitocchi




-¿Querés ser mi novia? -preguntó Ezequiel.

Ella lo miró sin dar respuesta, pero él volvió a preguntar:

-¿Querés ser mi novia, Bianca? ¿Sí o no?
-Perdón -atinó a decir, tras lo que apretó los labios.
-Pero, ¿por qué no?
-Es que, no sé, no es lo que quiero.
-No entiendo.
-Nunca te prometí un noviazgo, Eze.
-Ya sé, pero me da la impresión de que ya nos comportamos como novios. Perdón si me equivoco.
-No quiero darle vueltas a esta conversación.
-Bianca, por favor, acepto por completo que no quieras, pero dame una explicación al menos.
-Es que no quiero, ¿por qué tengo que justificar mi negativa a una propuesta? Simplemente no es mi deseo. Me parece razón suficiente para dejar de hablar del tema -replicó la chica, algo molesta.


Ezequiel guardó silencio unos segundos, y continuó:

-¿Me amás?
-Sí.
-Yo también te amo.
-Lo sé, Eze.
-¿Querés que me vaya y te deje tranquila?
-Pensé que nos estábamos despidiendo, pero me tiraste esto y ahora no sé…
-No, no, todo bien, ¿te acompaño a la parada?
-No hace falta, andá tranqui que vos tenés más viaje.

Se besaron, Ezequiel volvió a decir que la amaba, y ambos tomaron su rumbo. En la parada del colectivo, Bianca se mensajeó con una amiga:

-Mila, Ezequiel me dijo de estar de novios, me quiero matar.
-¿Por?
-Porque ahora se va a ir todo al carajo.
-Pero Bian, ¿qué le respondiste?
-Que no, boluda.
-Está bien, no va a pasar nada.
-Va a quedar resentido o deprimido, estoy segura.
-Si eso pasa cortás o te hacés cargo de él.
-¿Hacerme cargo de él? ¿Estás loca?
-Te digo las opciones, nada del otro mundo.
-Ni loca me hago cargo de un chabón. Les das un poco más de cabida de lo normal y ya te muestran todos sus traumas.
-¿Ezequiel no se abrió con vos todavía?
-Hm, no. Sé un poco de su familia, pero hasta ahí.
-¿Te asusta que pueda venir con traumas incluidos?
-No me podés hacer esa pregunta…
-Bian, me da la impresión de que tu miedo es que te pase lo mismo que con Darío.
-Ya fue Darío.
-Te re creo…
-Jaja, ¡si decís eso es porque no me creés!
-No está mal que no lo hayas olvidado, te pegó fuerte.
-No estoy lista para meterme en otra relación, Mila.
-Quedate tranquila, fuiste honesta con Ezequiel, es lo mejor que pudiste hacer.
-¿Ser honesta es siempre la mejor opción?
-¿Querés pensar o sentirte mejor?
-¿No pueden ser las dos cosas al mismo tiempo?
-Jajajaj.
-La concha tuya Mila jaja.
-¿Estás con él ahora?
-No. Volviendo a casa.
-¿Hacés algo esta noche?
-Me veo con un flaco…
-Ah, listo.
-¿Qué?
-Nada, que estás a full.
-Ah re, ¿a full de qué? ¡Hace como un mes que me veo sólo con Ezequiel!
-Wow, un mes con el mismo flaco, ¡qué sacrificio!
-Matate forra jaja.
-Bueno, me voy a viciar, beso.
-Adicta.
-Sí. Contame después qué onda con este flaco nuevo.
-Dale, te mando un audio cuando esté volviendo.
-Usá protección si llega a pasar algo.
-Aguantá, Bullrich.
-¿Perdón? Trato de decirte que hagas lo correcto.
-¡Lo correcto es lo que una desea!
-Bianca, vas a seguir dándotela contra la pared una y otra vez si seguís pensando así.
-Andá a jugar Mila, chau.
-Chau.

Una vez que llegó a su casa, Bianca se bañó y se arregló para salir. Su madre indagó al respecto:

-¿A dónde vas, hija?
-Salgo.
-¿Con Milagros?
-Mila, mamá, ya no se llama Milagros.
-Bueno, bueno, no te pongas así.
-No me pongo nada, es que ya te lo dije veinte veces.
-Perdón, hija, no fue mi intención. Entonces, ¿salís con Eze? ¿Viene el domingo? Puedo preparar algo rico.
-No, no salgo con Eze.
-¿Con quién salís?
-Con un flaco con el que vengo hablando hace un tiempo.
-¿Y Ezequiel sabe?
-Mamá… -dijo Bianca, con tono de advertencia.
-Está bien, no pregunto, pero me preocupa esto que hacés, de andar con uno, con otro, y así.
-Qué vieja chota que sos a veces, Graciela.
-¡Bianca! ¡No me hables así!
-Entonces vos no me faltes el respeto. Yo no te ando diciendo que sos una sometida por ser ama de casa.
-Soy ama de casa porque me gusta.
-Y porque papá te mantiene…
-¿Y? Yo estoy de acuerdo con eso.
-Está bien, entonces no nos cuestionemos mutuamente, aceptemos que cada una es libre de elegir, ¿dale?

Graciela volvió a la cocina a mirar la tele, y Bianca salió a encontrarse con este chico. Cuando llegó al bar donde se citaron, él ya estaba allí.

-Hola, ¿qué tal? ¿Todo bien? -saludó ella.
-Muy bien, ¿y vos? Qué linda estás.
-Muchas gracias, ¿nos sentamos?
-Dale, de una.

Los dos eligieron una cerveza y papas fritas para compartir. Él, además, pidió una hamburguesa doble carne con panceta y queso cheddar.

-Amo este boom que hay de cervecerías, es mi explosión gastronómica favorita, ¿no te encanta? -comentó el chico.
-Sí, está genial. Además, te resuelve cualquier salida porque, si no sabés a dónde ir, una cervecería no falla.
-¿Vas mucho a cervecerías?
-Un poco.
-¿Con amigas o qué onda?
-Qué sé yo ja ja -contestó Bianca, aparentemente incómoda por la pregunta- Con quien pinte, como todo en la vida, ¿no?
-Ah, bueno, preguntaba nomás. Yo salgo siempre con mi grupo de amigos.
-Qué bien, che, ¿de dónde se conocen?
-Del colegio, somos bastante unidos, nos mantuvimos todos en contacto.
-¿Extrañás la escuela a veces?
-Sí, un montón. ¿Quién no extraña estar al pedo, no? Ja ja.
-Mal. Igual, ojo, la adultez tiene cosas lindas -sugirió Bianca.
-Nah, ¿cómo qué?
-No sé, tener mayor decisión sobre tu futuro, no estar tan sometido a tus viejos…
-¿Vos vivís con tus viejos? -consultó él.
-Sí, ¿vos?
-No, estoy alquilando un departamento acá en Caballito.
-Ah, mirá qué bien, ¿desde cuándo?
-Desde que terminé el colegio, ponele unos meses después de recibirme me mudé.
-¿Le decís “recibirse” a terminar el colegio? Ja ja.
-Y sí, es una graduación…
-O sea, no lo digo ofensivamente, sólo que es la primera vez que lo escucho, ¿y cómo te manejaste para alquilar desde tan chico?
-Tranqui, tratando de no prender fuego el departamento, ja ja.
-Pregunto más por lo económico. Yo cuando terminé la escuela no hacía mucha plata en mi laburo.
-El departamento es de mi viejo, por eso mucho alquiler no pago.
-¿Te cobra tu papá?
-Nah.
-Entonces no pagás nada, ¿verdad?
-Y, no. No pago nada.
-Y bueno, ¿qué problema hay en decirlo? Está perfecto que así sea. Si yo tuviera hijos y un departamento…
-¿Qué? ¿Qué harías?
-Abortaría a mis hijos, ja ja ja ja -bromeó ella.
-Ja ja, no lo decís en serio, me imagino.
-No, jamás tendría hijos. Aunque tampoco creo que alguna vez pueda tener un departamento, ja ja.
-Claro, pero me refiero a que no estás realmente a favor del aborto…
-Sí, estoy a favor.
-Ah, mirá.
-¿Qué? ¿Sos provida?
-No sé si calificarme así, pero estoy segurísimo de que nunca podría matar a una vida. No me parece correcto.

Bianca quedó con gesto de sorpresa por un instante, cuando justo llegaron la hamburguesa doble carne con panceta y queso cheddar, las papas y las cervezas.



CONTINÚA EN http://unperfectoplandelfin.blogspot.com/2019/07/mila-y-bianca-parte-2.html



No hay comentarios:

Publicar un comentario