En tu pecho conocí el goce del destino. Por fin sentí que todo estaba escrito, para que nuestras manos se encontraran.
Y en el resto del mundo, nada.
En tu pecho conocí el goce del destino. Por fin sentí que todo estaba escrito, para que nuestras manos se encontraran.
Y en el resto del mundo, nada.
Patricio envía todos los días mensajes a personas distintas. No le ha ido bien haciendo amigos cara a cara, y por eso apuesta a las redes.
Hace 3 meses retomé natación, voy a contarles a las personas que conocí:
Llovía horriblemente pero mi papá decidió cavar igual. Le dijo a mi mamá que había que honrar a nuestros muertos, mientras salía con la pala en una mano y la escopeta hecha mierda en otra.
Horas después, entre los dos llevaron la bolsa donde estaba metido el cuerpo de mi hermano, y lo intentaron acomodar con la mayor suavidad posible. Mi mamá lloraba a los gritos, pero el ruido de la lluvia contra el techo amortiguaba su lamento. Abría la boca y se movía con desquicio.