Él finalmente se animó, y le dijo "me gustás mucho". Ella le agradeció, y esbozó una sonrisa. Cuando se despidieron la intentó besar, ella esquivó su boca y lo abrazó. "Te quiero amigo", sentenció.
Él se arruinó toda la noche, se echó la culpa y mil reproches.
Ella estuvo de fiesta, con su belleza haciendo un derroche.
"Qué injusto" dijo él, "qué tonto" dijo ella.
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