sábado, 13 de julio de 2019

Mila & Bianca - Parte 3


Cuando pasó cerca suyo, Bianca lo saludó. Sorprendido, Darío devolvió la cortesía, y continuó rápidamente su camino hacia los asientos que estaban más atrás.

Minutos después, ella se dio vuelta, y luego se levantó para sentarse al lado de él. Al verla venir, Darío hizo un gesto de disgusto, y trató de esquivarla con la mirada. Bianca habló primero:


-¿Cómo estás?
-Bien, ¿y vos? -respondió, tratando de tomar distancia corporal, dentro de lo que era posible.
-Bien.

Ambos quedaron callados. Ella retomó:

-¿Qué es de vos? ¿En qué andás?
-En lo mismo de siempre. Nada nuevo, ¿vos?
-Y, rearmándome… -comentó ella, como dando pie a que él hablara, pero no hubo respuesta- ¿Cómo seguiste vos?
-Bianca…
-Es que no me entero de nada, me bloqueaste de todos lados -explicó, con tono sereno.
-¿Para qué querés saber de mi vida?
-Es que te extraño, Darío.
-Respetá mi decisión.
-Yo la respeto, y por eso entendí que te fueras pero, ¿hacía falta perder contacto? ¿No extrañás nada de nosotros? Mirame, Darío -pidió, y le apretó suavemente el brazo.
-Bianca, por favor, ya vivimos esta situación un millón de veces. No quiero tener esta conversación otra vez.
-No podés esquivar este momento para siempre.

Darío frunció el ceño, y endureció su tono:

-No estoy esquivando nada. Yo me alejé porque quise, y vos estás invadiéndome.
-Disculpame que me haya tomado el mismo colectivo que vos, ¿yo qué sabía que ibas a estar justo acá?
-Sabés que no lo digo por eso, no hagas como si no entendieras.
-¿Por qué sos tan drástico? ¿No podés encontrar un punto medio?
-¿Qué querés, Bianca?
-Que volvamos a hablar. Aunque sea eso.
-No.
-¡Dale, boludo! -insistió ella, a punto de llorar- ¿No me amás más? ¿Cómo se te fue el amor tan rápido? ¡¿Cómo puede ser que todo esto te sea tan fácil?!
-No me es fácil.
-¿Entonces? Yo te sigo amando todavía, y no cambió ni un poco lo que sentía, ¿a vos ya no te pasa nada? Decime que ya no sentís nada y me levanto para volver a mi asiento, pero no me dejes con esta duda, no es justo -rogó, con la voz quebrada.
-¿Todavía me amás, decís? -consultó Darío.
-Sí.
-¿Y a él también lo amás? ¿Le decías “te amo” mientras estábamos juntos?

Bianca calló, y se mostró resignada.

-No tiene nada que ver eso -aseguró.
-¿No? ¿Te parece?
-¿Cuándo lo vas a entender? No importa lo que yo sienta por otros: A vos te amo, todo el tiempo te amo, no es que me pinta cada tanto, ¿no lo ves todavía? ¿Qué te esté hablando ahora no significa nada? ¿Sabés hace cuánto vengo fantaseando con qué haría si te cruzara en la calle?

Darío miró hacia abajo, y ella apoyó la frente en su hombro. Mientras mojaba su ropa con lágrimas, él amagó a contenerla estirando su brazo, pero desistió.

Segundos después, Bianca se recompuso y, mientras tragaba mocos, indagó:

-¿A veces leés nuestros chats viejos?
-No, porque los finales de todas nuestras conversaciones están llenos de peleas.
-Porque no nos pusimos de acuerdo, nada más, ¿Me vas a decir que no reflexionaste sobre todo lo que pasó? ¿No te corriste ni un poquito de tu posición?
-No, Bianca.
-No puedo entenderlo, Darío. Sos el chico más inteligente que conozco y, aun así, querés morir en la tuya, como si alguien fuera a dar recompensa a tu martirio. Abrí un poco los brazos y encontrémonos otra vez, yo tengo toda la predisposición del mundo -dijo Bianca, acercándose a su mejilla.
-Basta. Me costó muchísimo dejar de pensar en vos como para que ahora me vengas a hacer esta escena. No es ningún martirio lo mío, dejá de buscarme la vuelta, ¿por qué mejor no hablamos de lo tramposa que fuiste conmigo?
-¡¿Tramposa en qué?! -contestó, indignada.
-¿Otra vez lo mismo, Bianca? Cada vez que llega este tema te hacés la re pelotuda. Porque obvio, vas a recortar todo a tu favor.
-Decime, ¿te traté mal alguna vez?
-Es engañosa la pregunta. Porque directamente no pero, por culpa de tus decisiones, sufrí un montón.
-¿Y por qué me echás la culpa a mí de eso? ¿Acaso nunca hacés un trabajo interno como para aprender a lidiar con tus odios y contradicciones? ¿Me vas a venir a decir ahora que aceptás tu realidad tal cual es y nunca la deconstruís?
-Ni se te ocurra usar esa palabra.
-¿Por qué?
-Porque para vos es todo cuestión de que yo me “deconstruya”, pero la realidad es que, si te lo proponés, podés “deconstruir” cualquier cosa y torcer el escenario a favor de tus argumentos. Te agarrás de eso porque me querés hacer quedar como un cuadrado que no está dispuesto a repensar nada. No me quiero deconstruir una mierda. No quiero manejarme como lo hacés vos.
-Sólo te pido que revises tu manera de vivir el amor porque, por lo que veo, así como estás ahora, no te funciona… ¿En serio te parece sano alejarte por voluntad propia de una persona que amás, nunca te hizo daño y, para colmo, está dispuesta a volver a estar con vos?
-¿Qué pretendés que diga? ¿“Sí, Bianca, tenés razón, volvamos a estar juntos vos, yo, y los que vengan incluidos”?
-¿Por qué odiás tanto mi manera de vivir?
-No odio que vivas así. Me jode que creas que es la única manera válida.
-No creo que sea la única válida.
-Pero sí pensás que la mía no es correcta.
-Es que claramente no lo es, ¿no ves que sufrís pensando así? ¿Cómo va a ser lo correcto sufrir?
-Te la hago fácil: Yo no quiero estar más con vos, no te quiero ver nunca más. Perdí tiempo valioso de mi vida creyendo que teníamos un futuro, para que al final resultara en nada. Me tengo que bajar, permiso.

Darío se bajó en la parada siguiente, mientras ella lo miraba a través de la ventana. Él se quedó observándola fijamente hasta que se perdieron de vista.

Durante el resto del viaje, Bianca apoyó su rostro entre las manos, mientras lo apretaba fuertemente con sus dedos. En su cara se tejía la desesperación, pero su colapso se vio interrumpido por la voz del chofer:

-¡Final del recorrido!

Bianca no reaccionó, por lo que el conductor se le acercó, repitiendo el mensaje, y ella miró con algo de confusión. Extrañado, consultó: “Piba, ¿estás bien? “.



Parte 4: https://unperfectoplandelfin.blogspot.com/2019/07/mila-bianca-parte-4.html




Escrito por: Tomás Bitocchi

2 comentarios:

  1. No puedo parar de leer te juro me súper atrapo y literalmente me siento bastante identificada ya que estoy viviendo una situación similar ojala y te vaya bien con tus escritos yo me enamore de como escribís!! suerte.

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  2. Todavía no termino de leer pero está muy buena la historia en algunas cosas me siento identificado

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